¿Qué nos dice una puntuación de tres estrellas en un juego como Desert Golfing? Nada. Solo pone en evidencia al autor de la reseña. Lo describe. Nos dice que aprecia más el control sobre el juego que el juego en sí. Que no entiende que está ante un kōan hecho juego, ante un pequeño poema existencialista. Que no sabe, en realidad, qué está haciendo.
Reseñas así las hay a miles. En juegos buenos y en juegos mediocres. Puntuaciones de una estrella por no haber sido fieles a una precuela. Cinco fulgurantes estrellas a un juego porque está el personaje que nos gusta. Otra vez una estrella porque tenemos un móvil mediocre. Y así hasta llegar a un promedio de tres y medio. Puntuaciones que no dicen nada.
Tampoco los analistas se salvan de esta trampa. En el momento en que puntúan un juego están demostrando que están al mismo nivel de los jugadores más básicos. Puntuar una obra significa reducirla a una dimensión. Y al final, cuando le das la vuelta a todas las puntuaciones, descubres la del crítico.