Me alegra saber que Gerard Piqué escribirá sobre tecnología para la nueva revista de El Mundo. Con 11 millones de seguidores en Twitter (45 si contamos a Shakira), su alcance es mucho mayor que el de cualquier medio de tecnología en español. Cuando aconseje cambiar contraseñas o bajar apps, su mensaje tendrá más eco que las notas de prensa de Microsoft o Google. Y no estamos ante un profano: Piqué es un empresario de videojuegos que ha participado activamente en el desarrollo de su producto, Golden Manager.
Javier Gómez, que ha elegido Piqué junto con otra docena de grandes nombres, ha sido muy inteligente. Ha demostrado que los medios tradicionales, con su capital y reputación, todavía tienen un enorme poder de llamada, pues son capaces de atraer firmas que los medios digitales, en el mejor de los casos, solo consiguen entrevistar una vez (y da gracias). Gran parte de la conversación aún se lleva a cabo en papel. Ya solo por esto los que escribimos aquí deberíamos darnos un generoso baño de humildad.
Hay otro motivo para alegrarse: el nombramiento de Piqué reduce la distancia entre las TIC y el usuario normal. Es más sencillo conectar con una estrella del fútbol que con el empollón remozado que abunda en los sitios de tecnología —¡me incluyo!—. Hablar de tecnología no debería ser coto exclusivo de nadie, ni siquiera de los que llevamos en Internet desde el principio. La tecnología es cultura y pertenece a todos.
Ahora que Piqué ha abierto la veda, espero ver a más personas —famosas y no tanto— unirse al coro y hablar de tecnología en español. Lo necesitamos más que nunca.