De vez en cuando me pica el gusanillo de la Sana Curiosidad Científica, esa clase de curiosidad que nunca da de comer.
Estaba pensando, concretamente, en el fenómeno de “mímica de trayectoria” de los peatones al transitar por una acera estrecha. Os habrá pasado muchas veces: camináis ensimismados por la acera hacia un objetivo, y vuestro vector de dirección es contrario al de otro peatón de características parecidas. Uno de los peatones inicia un desvío para prevenir la colisión, siendo rápidamente imitado por el otro.
Sigue un ridículo baile de position swapping en el que ambas personas se turnan evitando y “buscando” al mismo tiempo el impacto. Por mis observaciones empíricas diría que el número medio de cambios suele ser de tres ± uno , pero esto debe ser función de cosas como la distancia a partir de la que se inicia el proceso, la velocidad de los peatones, su inatención, y otros factores que no he podido dilucidar todavía.
El caso es que una de las personas, llegada a cierta distancia, toma una decisión dramática consistente en un parón, en el mantenimiento de una trayectoria persistente, o en un desvío exagerado (bajando incluso de la acera). Eso suele romper el ciclo mímico peatonal. Pero a veces esto no ocurre: a veces los peatones llegan casi a chocar, y es ahí cuando se percatan de la situación, paran, lanzan a lo mejor un bufido o una risita de vergüenza, y siguen por su camino.
¿A qué se debe esto? Al no conocer las keywords de los posibles artículos al respecto – si es que existen – sólo he encontrado cosas de detección y predicción de movimiento peatonal para sistemas de seguridad, y modelos probabilísticos de conducta peatonal para su aplicación a la seguridad vial (por ejemplo A Markovian model of pedestrian behavior (PDF). Luego hay cosas más curiosas, como Line-following tendencies among pedestrians: A sex difference, estudio en el que se encuentra que las mujeres prefieren caminar por líneas diagonales, u otro, Temperature and pedestrian tempo: Walking without awareness., en el que se halla una relación positiva entre temperatura y velocidad peatonal. Pero no he encontrado nada sobre mímica peatonal.
Imagino que puede tener que ver con la teoría de la mente, o con las neuronas espejo. Pero en este caso no parece tratarse de una imitación elaborada. Puede incluso que los mecanismos clásicos de la imitación conductual no tengan nada que ver; tal vez los peatones alineen trayectorias por no atender al otro adecuadamente (¿un caso de imitación refleja disfuncional?). Otra cosa a tener en cuenta es que las decisiones sobre el rumbo a tomar en una acera son dicotómicas: se elige ir la izquierda o a la derecha. Cuando el peatón inicia el cambio de trayectoria – percibiendo vagamente el riesgo de colisión – puede que la lateralidad de su cerebro influya también (dos sujetos que prefieran desplazamientos a la derecha podrían iniciar sin querer el ciclo mímico).
Si encontrara el tiempo para montar un experimentillo…