Tenemos que imaginar el blog como una criatura dotada de vida propia.
Seamos sinceros: no es más que un montón de código html. Sin embargo, es código que se configura e interpreta, como si de ADN se tratara, en una estructura única de significado, aspecto, funciones, patrón de relaciones… De repente el blog adquiere una forma, una apariencia orgánica y es ésta:
¿A que es bonito? Pues bien, el Octopus Blogalii empieza su existencia como huevo. En este estadio del desarrollo, no es más que una idea en la cabeza de un navegante. Todo su potencial como organismo-html está concentrado en una pequeña esfera semi-transparente. Tras nacer, el joven Pulpo Blogalita tiene más o menos este aspecto:
Sus posibilidades de relación con el medio son escasas: pocos enlaces salientes, pocos enlaces entrantes. Parodias de tentáculo hacen su aparición, casi con timidez. Es un ser vulnerable, expuesto a multitud de peligros, que van desde la falta de inspiración inicial hasta el encuentro con grandes depredadores del Web. El pulpo que logra crecer y desarrollarse, sin embargo, se convierte pronto en un organismo estable: el Pulpo Blogalita.
El Pulpo Blogalita (u OctoBlog) desarrolla un buen cerebro, rico en ideas. Sus ocho tentáculos sirven para relacionarse con otros pulpos en las profundidades de la Blogosfera. Un único tentáculo, con sus ventosas, es capaz de agarrarse con fuerza a la superficie de otras webs y pulpos cercanos. A través de un blogo-tentáculo, el octoblog sondea y explora el medio, siempre en busca de alimento. Otra interesante característica del OctoBlog es su facilidad para cambiar de color y textura, como respuesta a amenazas del entorno (e.g: disminución de visitas, incompatibilidad con navegadores, etc), o como simple estratagema para el cortejo de las hembras (BlogAlmejas).
Desde luego que sí: el Pulbo Blogalita es un gran depredador. Su fuente principal de comida la constituyen los comentarios, ricos en proteinas: los atrae moviendo la punta de los tentáculos (la llamada táctica del Post Polémico). Cuando ha comido lo suficiente, se vuelve manso y se esconde debajo de las rocas. En caso de peligro, el octoblog escupe tinta como un loco (“flame”) y huye a gran velocidad.
Actualmente, el OctoBlog es objeto de intensa investigación. Son muchos los misterios acerca del comportamiento sexual de la especie. Misterios que pronto dejaran de serlo…